Si tienes en tu entorno un niño o niña amante de la música, los auriculares infantiles son un accesorio muy interesante para disfrutar de ella y además, hacerlo con seguridad. En esta guía de compra de auriculares para niños encontrarás cómo deben ser unos cascos infantiles y una amplia variedad de propuestas en cuanto a diseño, especificaciones y presupuesto.
La característica clave de los auriculares para niños: limitación de volumen
Como sucede con unos auriculares estándar, en unos auriculares para niños es importante que ofrezcan un diseño cómodo y ergonómico y ofrezcan una calidad de sonido aceptable. Sin embargo, lo que verdaderamente diferencia unos auriculares para niños de unos auriculares normales es la inclusión de la limitación de volumen, una función que restringe el sonido que llega a sus oídos.
El oído es un órgano que se va deteriorando progresivamente con el paso del tiempo. Y es que más que por un sonido fuerte y súbito, la pérdida de audición llega a través de la acumulación de ruido a lo largo de los años.
En este sentido, la OMS alerta: 1.100 de millones de jóvenes de todo el mundo están en riesgo de perder audición de aquí a los próximos 40 años a causa de la escucha continuada de «dispositivos de reproducción de música», lo que incluye cascos, pero también altavoces domésticos, tablets o televisores.
Concretamente, en este estudio se expone que el 50% de personas con edades entre los 12 y 35 años se encuentran expuestas a niveles de sonido perjudiciales. Así, si escuchas música a más de 100 decibelios durante más de una hora al día, estás estropeando su sistema auditivo.
De acuerdo con la OMS, la exposición máxima debería ser 8 horas a un tope de 85 dB y 15 minutos a 100 dB. Esta recomendación se dirige especialmente a los jóvenes, a los que restringe a una hora o menos de música al día y a «un volumen que no supere el 60% de la capacidad máxima del reproductor».
La OMS no es la única que advierte de los riesgos de pérdida auditiva varios años. Así, un estudio de la Universidad de Sao Paulo publicó publicado en la revista Science Daily concluía que más de la mitad de los adolescentes actuales había sufrido alguna vez tinnitus, un trastorno que hace que oigamos ruidos espontáneos que no proceden de ninguna fuente externa. Su causa proviene principalmente de llevar cascos a un volumen demasiado alto. Como consecuencia, el umbral auditivo queda algo reducido para siempre.
Desde hace casi una década la normativa europea establece que los reproductores musicales no pueden comercializarse si reproducen a un volumen superior a 85 decibelios, aunque en otras regiones como Estados Unidos son más permisivos.
Así, el iPod tiene una limitación de 80 dB y la mayoría de los ordenadores actuales no supera tampoco los 80 dB. No obstante, algunos móviles y reproductores de música (como los de iWotto) ofrecen una limitación acústica modificable que permite aumentar su volumen. Aún así, se estima que entre el 7 y el 24% de los usuarios de reproductores de música portátiles la escuchan al 100% de volumen.
No obstante, los 85 dB durante una hora o menos marcados por la OMS constituyen un tope máximo, pero no significa que sean inocuos por diversas causas como que la tolerancia a la exposición al ruido no es igual en una persona que en otra o que tanto jóvenes como adultos estamos expuestos a ruidos adicionales del entorno a lo largo del día.
Precisamente para minimizar el ruido ambiental, la OMS recomienda además en materia de auriculares que estos se ajusten a los oídos y que, de ser posible, aíslen del ruido del entorno.
Como no sabemos la susceptibilidad de nuestros pequeños al sonido ni contamos con un decibelímetro para llevarlo todo el día a cuestas para realizar mediciones, lo más efectivo es usar unos cascos para niños con limitación de sonido y ser conservadores a la hora de establecer los topes.
Es por ello que te recomendamos visitar nuestra tienda online y elegir entre nuestra gama de auriculares inalámbricos con límite de sonido para mantener a salvo la escucha de tus niños.